Intentando buscar un mundo mágico, siguiendo las olas del mar para que me guien, mirando al cielo y sin ver las estrellas...
miércoles, 31 de agosto de 2011
Concurso: "The Picture Keys"
¿Qué tal todo bloggers? Segurísimo que genial! :P
Para empezar, lo siento por la ausencia :(. Con el tiempo libre de las vacaciones no he tenido ganas de escribir y menos sin inspiración! Cuando pueda subiré el capítulo 16! :)
Esta entrada es para informaros de que estoy algo ocupada con este concurso. Tengo muchas ganas de escribir algo nuevo! Por lo que os deseo suerte si también os apuntais! ;)
Un beso
~~AndRea~~
miércoles, 15 de junio de 2011
Capítulo 15: Nuevo hogar
Por fin llegamos a su casa después de bajar por el paseo luminoso y cruzar varias calles vacías de gente. Nos encontrábamos enfrente de un gran chalet, alto y ancho. Parecía muy grande para que dos personas viviesen allí. Pero al parecer estaba bien situado en la ciudad. La fachada era blanca y de un color melocotón claro, y algún que otro marrón. Me encantó. Estaba segura que por dentro sería precioso.
-Ya hemos llegado. ¿Qué te parece?-Preguntó Izan entusiasmado. Al parecer había apartado los recuerdos para otro momento.
-Muy bonita, aunque parece demasiado grande.-Dije sincera.
-Es difícil encontrar chalets como este por aquí. Además está cerca de la avenida principal, por lo que no está muy alejado del centro. ¿Qué te parece si entramos y te presento a mi hermano?-Dijo con ganas de enseñarme su hogar.
-Lo que quieras.-Le dije sonriendo.-Izan.-Le llamé otra vez.-Muchas gracias por todo. No sé cómo agradecertelo, de verdad.-
-No tienes por qué darme las gracias.- Y sonrió.Siempre sonreía con ganas aunque tenía una vida complicada...
Cuando subimos las escaleras del porche. Izan buscó unas llaves en su bolsillo para abrir la puerta. A través de ella pude distinguir una luz que provenía de la izquierda. Me imaginaba que era el salón. Y que allí estaría su hermano. ¿Qué aspecto tendría? ¿Seria tan amable como Izan? ¿Y si después de todo es una trampa? No debería confiar en nadie dadas las circunstancias. Pero quiera o no, necesito ayuda. No puedo luchar, escapar y estar sola en un mundo totalmente desconocido.
Izan estaba muy nervioso, no conseguía encontrar la llave y meterla en la cerradura hasta que respiró una buena cantidad de aire y se tranquilizó. ¿Por qué tanto nerviosismo? Puse en alerta todos mis sentidos en busca de algo sospechoso por si a caso pasaba algo o alguien me estaba esperando. Entonces pude ver la hermosa y grande entrada que separaba la cocina del salón.
Al entrar, tuve la sensacion de estar en casa. De tener un hogar, aunque era provisional hasta que retomara las fuerzas y pudiera continuar sola. Todavía no logro entender el por qué de mi vida. De lo que ahora sé... De lo que está sucediendo... ¿Si alguien me está buscando porque no lo hacia ya? Porque me querían?
-Esta es la cocina como puedes ver- Me señaló Izan a la derecha.
La casa no parecía tan grande por dentro que por fuera. Daba la sensación de que era pequeñísima. Al fondo de la entrada se encontraban dos escaleras. Una al lado de la otra. No sabía que podría encontrar tras ellas. A mi derecha estaba la cocina, llena de azulejos blancos y azules oscuros.
Al fondo había una mesa al lado de la pared con tres sillas de un color metálico y gris. A la derecha estaba la ventana que daba vistas hacía la calle. Y a la izquierda se encontraba un armario, lleno de cajones. Y en frente estaba el lavabo, la placa, la campana, el horno y el microondas. Era bastante pequeña pero muy acojedora.
Después volvimos a la entrada y desde allí al salón. Enfrente estaba un largo sillón de color crema con tonos verdosos. Al fondo estaba la televisión encendida y en la pared varios cuadros de paisajes marítimos y de montañas. A la izquierda había alguna que otra estantería con libros y en la pared estaba la gran puerta que daba salida o entrada al porche del exterior. A la derecha había una gran mesa decorada con fotografías de la familia de Izan. Las sillas daban un toque moderno a la pequeña pero acojedora sala.
La televisión estaba encendida pero no había nadie que la prestara atención. ¿Dónde está su hermano?
-Seguro que mi hermano está en su habitación. Vamos arriba.-Dijo mientras salía del salón cogiendo las mochilas.
Yo me entretuve viendo las fotos de la mesa. Izan seguía teniendo la misma sonrisa, aunque no la misma mirada. Desde que se hizo esta foto hasta ahora, él había cambiado. Ya no era un niño. Podía distinguir que sus rasgos faciales son menos redondos y que ahora él está más alto y fuerte, al igual que su hermano. Ambos se parecen mucho. Los ojos, el pelo... todo menos una cicatriz que tiene Izan en la mejilla. Algo bastante curioso porque antes no me había fijado.
Volvimos a la entrada. Sólo había cuadros colgados en ambas paredes de la entrada. Al fondo estaban las dos escaleras que había visto antes. La dirección de la primera era de subida y la derecha de bajada. Por lo que fuimos por la escalera izquierda. Cuando terminamos de subir, había un largo y ancho pasillo por ambos lados.
Izan me señaló cada habitación. A nuestra izquierda estaba la habitación de sus padres, la cual según me dijo, pocas veces entraban él y su hermano. Al fondo el baño y a la derecha otras dos habitaciones, una es la de Izan y la otra es la de invitados. La habitación de su hermano estaba detrás nuestra. Directamente pasamos a mi nueva habitación, sencilla y habilitada para cualquier inquilino como yo.
-Parece muy cómoda, simple y muy amplia. Lo suficiente para colocar las pocas cosas que tengo. Gracias por todo Izan.-Por fin tenía un hogar.
-De nada. Vamos que te presento a mi hermano.-Dijo después de que dejar las mochilas en mi habitación.
-¿Cómo se llama? No me has dicho su nombre.-Dije curiosa para no llevarme una sorpresa.
-Jared.- Dicho esto tocó la puerta.
Al rato la puerta se abrió. Y lo primero que vi fueron unos inmensos ojos azules. Parecidos a los de Izan. Después una mirada de felicidad y por último una amplia sonrisa.
-¡Izan! ¡Por fin has llegado!- Jared abrazó a su hermano, no sin antes haber chocado las manos.-¿Qué tal el viaje? ¿Encontraste lo que buscabas?-Inquirió con voz curiosa.
-Pues...- Jared le interrumpió.
-Por lo que estoy viendo es un sí.- Ahora se dirigió hacia mi- Y tu eres...
-So...-Jared me interrumpió.
-¡Ahh! Ya lo sé...- ¿Cómo podía saberlo si Izan no había dicho mi nombre?- Eres... ¡la novia de mi hermano! JAJAJA -Izan y yo nos pusimos rojos como un tomate. Él intentaba explicarse, pero Jared seguía hablando sin parar.- Qué buena pareja hacéis. Encantado de conocerte. Seguro que duráis mucho. Anda bajemos a cenar que ya es hora. jajaja- Y se fue entre risas.
-Lo siento.-Se disculpó Izan- No para de hablar, a veces resulta pesado, pero es muy simpático ¿verdad?-Dijo aconstumbrado al carácter de Jared.
-Si, no lo dudes. jajajaja- Empecé a reírme como una loca, mientras Izan, cada dos por tres, ponía caras de confusión.
-¿Qué pasa? ¿He dicho algo gracioso o molesto?-Dijo cada vez más confundido.
-¿No te has dado cuenta?-Dije yo graciosa.
-¿De qué? ¿Qué pasa?- Preguntó sin entender.
-Ni siquiera sabe mi nombre... jajajaja ¿No te resulta gracioso?- Dije entre risas.
-JAJAJAJA No me había dado cuenta....
-Izan siento dejarte con Jared, pero necesito un baño antes de cenar... Después bajo ¿ok?-Dije corriendo para preparar mis cosas.
-De acuerdo, te esperamos abajo.-Enfatizó sonriente.
Tenía ganas de darme un baño después de andar varios días en el bosque. Preparé una camiseta y un pantalón de chándal como si fuera un pijama. De repente, mientras estaba mirándome en el espejo, sentí un profundo mareo junto con un sudor frío y cálido al mismo tiempo. ¿Qué me está pasando? Mi rostro estaba pálido, más de lo normal. La cabeza me daba vueltas. No podía mantenerme en pie. Así que me senté en el suelo. El mareo se me pasó a lo largo de varios minutos interminables. Pero escuché un leve siseo del que no pude entender nada, parecía que hablaba en otro idioma.
Cuando se me pasó completamente el mareo, volví a escuchar algo. Puse atención, entonces no sólo escuchaba un susurro, sino varios. Cada vez más fuertes y más cerca. La cabeza parecía que me iba a estallar. Hasta que logré escuchar mi nombre entre las voces. "Sophie".
Entonces el silencio inundó el baño. ¿Qué diablos había pasado? Estaba completamente segura de que había oído mi nombre y tampoco iba a olvidar esa horrible sensación en el estómago y la cabeza. Al fin conseguí ponerme en pie. Mi rostro se reflejaba nuevamente en el espejo. Mi piel seguía teniendo el mismo color blanco y rosado que la última y primera vez que me vi en un espejo.
Después de ducharme, bajé tranquilamente las escaleras para reunirme con Jared e Izan, olvidando todo lo que había pasado en el baño. "Seguro que lo he soñado, no he parado de caminar en todo el día" me dije a mí misma. Sí, será eso, pensé.
-Fiuu fiuu- Silbó Jared sentado en la mesa de la cocina cuando me vio aparecer.- ¡Menudo cambio! Venga siéntate a cenar. Izan me ha contado todas sus aventuras contigo.- Se acercó a mí.- ¿Qué te parece mi hermano? Es guapo, ¿no crees?- Dijo entre susurros.
-Jared te he oído, no estoy sordo.-Dijo mientras traía los platos con un par de huevos fritos y salchichas.- Venga dejála en paz. Llevamos todo el día caminando y seguro que está cansada.-Dijo ayudándome a salir de las indirectas de Jared.
-Se llama Sophie-dijo Izan cuando vio que Jared iba a preguntarme algo- Antes no me has dado tiempo para explicártelo, charlatán.
Todos nos reímos durante la cena. Jared es un chico muy simpático, buena persona, cariñoso, bromista y muy social. El único defecto que veo en él es que no para de hablar, pero tampoco le dí mucha importancia. En cambio Izan no es tan social que digamos, creo que es muy reservado y a veces tímido, pero de todas formas es un buen amigo. Está cuidando de mí a pesar de que él también tiene problemas y siempre, en todo este tiempo, me ha dedicado una sonrisa.
-Sophie-Me llamó Izan cuando acabamos de cenar- ¿Quieres ver una peli o prefieres dormir?- Preguntó, aunque ambos sabíamos la respuesta.
-Gracias, pero prefiero dormir. Estoy demasiado cansada. Buenas noches chicos y gracias por la cena. Estaba riquísima.-dije subiendo por las escaleras.
-Hasta mañana Sophie-Gritó desde el salón Jared.
-Qué descanses-Dijo Izan.
Después de lavarme los dientes y tumbarme en la cama, me quedé dormida en un sueño profundo y tranquilo.
-----------------------
miércoles, 27 de abril de 2011
Concurso!
1.-Para empezar pondré una encuesta en la que tendréis que votar cual es el capítulo que más os ha gustado y tendréis que decir las razones de por qué os gusta.
2.-Es la parte más difícil: ¿Cómo creeis que va a continuar la historia? Aquí podréis poner lo que querais, tanto si os apetece escribir el capítulo de continuación... o nose vuestra opinión de la historia... etc.
-Si quereis os dejo varias ideas, porque me gustaría saber qué haríais en la situación de Sohie y en la de Nadya.
-Y también conocer a Dalan... nose me resulta curioso como os imgainais el encuentro tan esperado...
-También qué hace allí en todo este lío Izan y su hermano, además de Melanie y sus padres no nos olvidemos de ellos! :P
3.-Mi amiga Loca y yo hemos comenzado una historia sobre una Academia de chicas. El blog se titula "Academy For Girls" y os invito a que os paseis por el blog que ya hemos empezado con el prólogo.... Espero que os guste! ;)
Aquí os dejo el link:
http://academyforgirls.blogspot.com/
Por cierto ella necesita urgentemente una ayudante para otro blog que es este:
http://wolvesacademy.blogspot.com/
Animaros, la historia es muy bonita, leerla y vereis como os surgen muchas ideas para ayudarla!
Y bueno eso es todo de momento... Cuando pueda intentaré subir el próximo capítulo, pero mientras tanto os dejo con el concurso!
La fecha límite todavía no lo sé... Y el premio tampoco, me imagino que serán algunas fotos retocadas con vuestros nombres!
Si teneis dudas comentar o agregarme al msm:
andrea_gonjim@hotmail.es
Animaros a participar!
Muchos Besos!
~~AndRea~~
PD: Nose porqué, pero hay un problemilla con las fechas que marca arriba el blog... El capítulo 14 le publiqué en Abril no en Febrero como aparece... Estar atentas! :)
domingo, 20 de febrero de 2011
Premio! :P
Muchas Gracias Chicas! ;)
Las reglas son que tengo que contar 7 cosas sobre mi y despues premiar a 15 blogs! ;)
1.- Soy muy vergonzosa y tímida, creo que son mis mayores defectos...
2.-Me encanta escribir y leer, sin estas dos cosas esenciales, mi vida no tendría sentido.
3.-Me gusta salir con mis amigas, ellas son las que me sacan una sonrisa todos los días.
4.-Me cuesta confíar en la gente, porque cuando menos te lo esperas recibes una puñalada por la espalda y no sabes cómo salir de la situacion.
5.-Amo la música, con ella me identifico porque expresa lo que estoy sintiendo en cada momento. Mis grupos favoritos son Paramore, Evanescence... y muchos más porque cada día descubro uno nuevo.
6.-Me preocupo por los demás y les ayudo en lo que puedo.
7.-Mis colores favoritos son el morado y el negro.
Tengo más cosas que contar sobre mí, pero como solo piden 7, resalto esas. Y bueno, sobre dar el premio a 15 blogs creo que ya lo han recibido, asi que por no darlo otra vez, dejo que quien quiera el premio que lo coja.
Muchas gracias otra vez por seguirme y darme premios como este! ;)
Muchos Besos
~~AndRea~~
lunes, 14 de febrero de 2011
Capítulo 14: Izan (Parte 2)
Sentía que mi cuerpo flotaba en una nube, esponjosa y suave al tacto. Tan cómoda como una cama y relajante como el sonido de las olas del mar. No estaba pensando en nada. Solo sentía como el aire me acariciaba la cara con una brisa ligera y con un toque del dulce aroma de una colonia varonil. Era un olor familiar y bastante atractivo.
-¡Señorita "dormilona"!- susurró una voz en mi oído.
Sin duda era Izan, pero ¿me había quedado dormida? Estaba tan cansada que no era capaz de reconocerlo. Además, esa sensación de tranquilidad y paz dominaban mi cuerpo y mente que tenían pereza de salir de aquel estado pacífico… hasta que abrí los ojos con la ilusión de encontrarme con Dalan, aunque sabía perfectamente que era Izan. ¿Por qué estaba obsesionándome con Dalan?
-¿Me he quedado dormida?-Su gesto de afirmación era evidente.
-Eso parece...no quería despertarte porque necesitabas descansar, pero ya es hora de continuar.-Dijo con tranquilidad. Sinceramente era muy amable, tal vez demasiado.
-¿Qué hora es?-Pregunté sabiendo que pronto empezaríamos a caminar.
-Las 5 y media.-Señaló con el dedo índice la hora del gran reloj que tenía en su muñeca izquierda- Sobre las 6 anochece y perderemos de vista el camino de vuelta, así que date prisa.-No parecía enfadado, más bien contento de que yo había descansado.
-No habrás cogido mis cosas ¿verdad? -Le lancé una mirada amenazante y él se rió a carcajadas de mí.
Al mismo tiempo se agachó para coger su mochila y ponérsela al hombro mientras yo le contemplaba fijamente. Izan se paró y me miró directamente a los ojos. Unas chispas de su mirada me quemaron obligándome a parpadear, pero a la vez sentía que no podía apartar la vista de su mirada. Tras unos segundos que parecieron eternos, me ofreció su mano para que me levantara.
Entonces alcé la mía para cogerla y con el simple roce de su piel una imagen vino a mi cabeza.
Alas. Unas alas preciosas, muy singulares y extrañas. Poco a poco la imagen se iba alejando y en ella apareció la silueta de una chica. Estaba de perfil, sentada con las manos abrazando sus piernas y mirando al horizonte. No podía distinguir quién era. Su silueta estaba oscura, pero lo demás lo veía nítidamente. Un árbol bastante familiar para mí. Con un tronco ancho y alto. Parecía que la estación en la que se encontraba era el otoño, ya que, las ramas estaban casi vacías y con las hojas teñidas de un color marrón y granate. Además podía ver cómo algunas de ellas se desprendían de las ramas. El sol se escondía entre las nubes, por lo que estaba anocheciendo. Lo más interesante era aquella chica pensativa con sus magníficas alas... Estaba sentada en el acantilado y el mar parecía estar en calma. La imagen no me quería mostrar su rostro. Sólo la forma de sus alas y el paisaje que la rodeaba.
Todo esto ocurrió en milésimas de segundo, ni siquiera había cerrado los párpados y pude contemplar otra vez la expresión de Izan esperando a que me levantara. Ahora estábamos completamente con nuestras manos unidas y yo intentando salir del estado de shock.
No podía creer lo que había visto. Seguro que serian imaginaciones mías. Pero, ¿Y si es Nadya? ¿Qué hace allí? ¿Por qué tiene alas? ¿Qué especie es? ¿No es humana? ¿Qué oculta? Y lo peor de todo… ¿Y si soy yo? Un fuerte escalofrío inundó todo mi cuerpo que hasta Izan lo notó. Sin embargo, él no sabía el motivo de tanta preocupación.
-Parece que tienes frío. Venga en seguida nos ponemos en marcha- Dijo recogiendo las mochilas mientras yo permanecía quieta como una estatua de pie, sin saber qué hacer , sin saber qué decir, sin saber cómo reaccionar…
Izan volvió a coger mi mano y tiró de ella suavemente para que mi cuerpo inmóvil pudiera continuar caminando. Automáticamente comencé a andar por la fuerza del impulso de Izan. Me miraba preocupado. ¿Y si él ha visto lo mismo que yo? Tenía que saberlo.
-Izan, ¿has notado algo extraño cuando me has levantado?-Mi voz sonaba fría. Izan seguía sin soltarme ni siquiera habíamos parado de andar.
-No, ¿por qué lo…-Dijo preocupado y nervioso.
-Chhts no hagas preguntas.- Le recordé.- Entonces, ¿Por qué actúas así?-No entendía su nerviosismo.
-Es tarde, hay que darse prisa.- Estaba segura de que él también lo había visto, su mirada ya no era cálida, más bien gélida.
La tranquilidad por la que antes navegaba había desaparecido dando lugar a la desconfianza, el miedo y los nervios que ambos sentíamos desde que nuestras manos se rozaron. Él me ocultaba algo relacionado con la imagen que acababa de ver y ahora no me iba a rendir después de todo lo que había pasado.
Izan me soltó cuando vio que ya podía caminar por mí misma y seguir su ritmo acelerado. No podía disfrutar del paisaje a causa de la preocupación. El aire puro que respiraba era el único que aliviaba un poco mi dolor. Más de una vez mis lágrimas quisieron salir y recorrer mis mejillas, pero por más que quería permitirlo no podía demostrar debilidad delante de nadie.
La caminata duró más que por la mañana. El sol todavía no se escondía tras las montañas y parecía que quería verme sufrir lo largo que era el camino. Al ver que no hablaba, Izan empezó a preocuparse y no paraba de hablar. Solo oía el ruido de su voz que estaba resonando en mi cabeza cada dos por tres.
-¡IZAN! Para de hablar ¡YA!- Grité furiosa.
El me miró extrañado.
-Sophie, no he hablado desde que comenzamos a caminar… ¿Estás bien?- Se paró en seco y me miró fijamente como nunca había hecho.
-Si… lo siento. Pensé… creí… que te había oído hablar… lo siento.- Estaba más confundida que nunca. Juraría que lo acababa de escuchar comentando el paisaje.
-No pasa nada, estamos a punto de llegar.- Quizás había eco y por eso escuché a Izan. El frío me habría taponado los oídos o algo por el estilo, porque no era capaz de sacar otras conclusiones y comerme la cabeza más de lo que estaba.- Pronto podremos ver las luces del pueblo.-Izan seguía hablando -La vista es preciosa, porque estamos en uno de los puntos más altos de la montaña. Ya solo queda la bajada pero nos vendría bien descansar 5 min.-Él estaba animado, al contario que yo.
No paraba de mirar al suelo e inundarme en mis pensamientos. Izan estaba intentando cambiar de tema y ayudarme mientras yo pasaba de él. Tarde o temprano tendría que agradecerle todo lo que estaba haciendo por mí. Me había encontrado y salvado del bosque y ahora me iba a llevar a un lugar seguro, aunque vaya donde vaya, sola o acompañada, todos los sitios serán peligrosos para mí.
La espesura del bosque había desaparecido, el césped ya no estaba. Ahora lo sustituían pequeños cuadraditos brillantes unidos con una especie de pegamento. Pude notar como la noche ya estaba sobre nosotros. Un centello de luz provenía a mi derecha por lo que pude ver la sombra de Izan que estaba quieta delante de mí. No quería levantar la mirada. Seguía cabizbaja pensando sin poder parar. El viento resoplaba con más fuerza que durante el día.
-¿Ya hemos llegado?-Pregunté cansada de la pausa.
-Falta poco, pero antes tienes que ver esto.-Yo seguía parada y sin mirarle. Pero él decidido se acercó y me empujó suavemente por los hombros para que me acercara a algún sitio.-Por la noche las vistas son... espectaculares, impresionantes, fabulosas...-Dijo contemplando algo.
Al final le hice caso. Sabía que sino miraba lo que me estaba enseñando no continuariamos el camino. Asi que vencida levanté la mirada y me quede sin palabras, sin aliento...
-Son... ¡MAGNÍFICAS!-Dije asombrada al ver las luces de la ciudad encendidas en mitad de la noche.
-¿Te gustan? Ya estamos en Seabrooks. Mi casa está a la derecha de la avenida. Hay dos bajadas, una a la izquierda y otra a la derecha, asi que iremos por esta.-Dijo señalando una acera un poco empinada y llena de luces.
-¡Me encanta! Este lugar es precioso.-Miré a mi alrededor. Detrás de mi estaba el comienzo del bosque lleno de oscuridad. A la izquierda el mismo paseo que el de la derecha. A mi lado había una farola y al otro un banco para disfrutar de las vistas que el horizonte ofrecía sobre la ciudad.
-Si, es muy bonito. Venga vamos.-Dijo mientras se dirigía a la derecha.
-Izan-Le llamé y el se dió la vuelta. Era el momento de saber más cosas sobre él. No quería que llegara de improvisto y me encontrara con sus padres o con cualquiera sin avisar.-¿Qué dirán tus padres si me ven llegar contigo a casa? ¿No deberías avisarles antes de que teneis visita? No quiero sorprender a nadie... y menos a tu famila después de todo lo que estás haciendo por mí.-Su aspecto se volvió más triste de lo normal.
-No hace falta que te preocupes por eso, vivo con mi hermano mayor. Mis padres ya... no... ya no están.-Se atrevió a decir a pesar de que estaba temblando de dolor.
-Lo siento mucho Izan. No lo sabía. ¡Lo siento!-Mierda, mierda, mierda... Lo sabía. No tenía que haber dicho nada. ¡Qué tonta soy!
-No es culpa tuya. Pero mejor no hablemos del tema... Tengo ganas de volver pronto.-Dijo
-Está bien.-Quería saber el nombre de su hermano pero no era un buen momento para hablar de su familia.
Me sentía culpable por haber hecho que Izan recordara a sus padres. Aún así no había especificado si estaban muertos o desaparecidos. Seguro que ahora sentía mucho dolor por lo que no podía hablar. Le entiendo, no es fácil olvidar a personas que quieres, pero al menos él conoció a su familia y tiene a su hermano para que ambos se cuiden. Al fin y al cabo yo no sé si tengo y espero encontrar algo o a alguien de mi familia...
----------------------------
LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO! =(
Sé que he tardado un... ¿MES? en publicar este capítulo, pero como comprendereis el estudio, varias excursiones que he tenido (he ido a ROMA a cantar y a Andalucía de fin de curso) me han quitado el tiempo para escribir y si le añadis que el 18 de Marzo fue mi cumple... Pufff he tenido un mes muy ocupado, sin tiempo y casi sin inspiración. Pero al menos ya teneis la recompensa y con alguna que otra imagen! :P
Muchísimas gracias a todas por estar ahí y comentar! ^.^
Y como siempre, espero que os guste! :)
Muchos Besos!
~~AndRea~~
domingo, 30 de enero de 2011
Capítulo 13: Izan (Parte 1)
-Chica. ¡Despierta!-Dijo una voz cercana y extraña.
Abrí los ojos de golpe. Enfrente de ellos, encontré la mirada sorprendida de un chico encantador, bastante guapo y desconocido para mí. Me impresioné cuando le observé cómo me miraba fijamente a los ojos. Los tenía de un azul turquesa preciosos... Además de ser guapo, parecía amable y simpático.
-¡Vamos! ¡Corres peligro aquí tu sola!- Continuó diciendo.
La verdad es que no quería escucharle más, sino estar ahí quieta, abrazándome a mi misma e intentar olvidar lo que sabía. Volví a cerrar los ojos, desapareciendo aquel chico de mi vista. Aunque podía oír perfectamente como protestaba en susurros.
-¡Vete!- Dije con pocas ganas.
-Tienes que venir conmigo. ¡Vamos!-Insistió.
-Lo siento, pero estoy muy bien aquí...- Sentí como él me cogía del brazo intentando levantarme, aunque yo no quería. Al final tuve que abrir los ojos para saber dónde pisaba. No me fiaba mucho de él.
-¡Vete! ¡Dejame en paz! ¡Quiero estar sola! - Pero no podía negarme. El chico era muy fuerte y yo demasiado débil.
-Venga, ven, yo te ayudaré. Confía en mí- Las últimas palabras hicieron que me estremeciera.
Esas palabras me sonaban de algo, en la nota de Dalan decía que no confiara en nadie, pero parecía que daba a entender que en él sí... Y este chico no era Dalan, si lo fuera, sabría mi nombre y según las descripciones de Nadya, Dalan era rubio, no moreno.
-¿Qué? ¿Quién eres? No te conozco y no hace falta que te preocupes por mí. Estoy bien. Vete tu solo. Adiós.- No me apetecía mucho estar en compañía y menos con desconocidos...
-Me llamo Izan. Pasaba por aquí y cuando te he visto pensaba que estabas muerta, por eso te quiero ayudar... Además, no parece que estés en muy buenas condiciones para andar sola por este bosque...- Se calló cuando vio mi expresión enfadada por el mal despertar.
-No hacía falta que te molestaras.-Conteste rápidamente. Estaba de mal humor.
-Lo siento...-Hizo una pausa para que le dijera el nombre.
-Sophie- Dije seria. No quería presentaciones ni nada por el estilo
-Lo siento Sophie-Volvió a decir- Sólo pensaba eso... Y por lo que veo, creo que necesitas ayuda. Pareces muy cansada. Te invito a que vengas, si tu quieres, claro.-Dijo más animado.
Estaba indecisa. No quería relacionarme con más gente, pero por otra parte, necesitaba reponer fuerzas. No me vendría mal descansar un poco y salir de este solitario bosque. Si Izan quería hacerme algo peligroso ya lo habría hecho, hay algo en él que me inspiraba confianza.
-Está bien. Iré contigo. Pero con una condición.- Él me miró con una cara extraña, como si le diera miedo la condición.
-¿Cuál?- Dijo dudoso.
-No hagas preguntas, porque no obtendrás respuestas- Dije seriamente, aunque en mi interior estaba riéndome de la cara de susto de Izan.
-De acuerdo. Aunque caminar en silencio no es lo mio...- Hizo una pausa, pensando lo que iba a decir a continuación-... supongo que tu si podrás hacerme preguntas ¿Verdad?-Insinuó con picardía en el tono de voz.
-Exacto.-Al menos le conocería y podría saber si confiar en él o no.
-Entonces vamos. El paseo va a ser muy largo y hay que darse prisa.-Dijo con ánimo.
Me ayudó a recoger la mochila, mientras que yo metía el libro sin que él se diera cuenta. Quería llevar la mochila pero Izan se negaba.
-Dejame a mí. Tú estás muy débil, además no eres tan fuerte como yo- Se empezó a remangar la camiseta de manga corta, dejando al descubierto sus hombros perfectos y exibiendo unos bíceps espectaculares, por lo que no tuve más remedio que aceptar que era fuerte.
Comenzamos a caminar y el silencio se hizo presente. Tenía muchas preguntas que hacerle, pero no sabía por dónde empezar, si conocerle o saber en que parte del planeta estoy, si es que estaba en algún planeta. No tenía valor para empezar. Si fuera Dalan no pararía de hablar, pero no era así...
-Bueno ya que no puedo hacerte preguntas...-Decía Izan tranquilamente- Es lógico que las hagas tú, señorita Sophie.
-No me llames así-Dije malhumorada. No podía llamarme señorita cuando tal vez no lo era.
-Lo siento, sólo era una broma. No pensaba que te iba a molestar- Dijo mirándome a los ojos con muestra de arrepentimiento.
-Bueno déjalo, estoy de mal humor. Pero no puedes preguntar por qué, así que es mi turno- Dije cambiando de humor. Tenia que alegrarme un poco. Al menos ya no estaba sola.
-Dispara- Y me guiñó un ojo con una dulce sonrisa.
-¡Qué pena! No tengo arma para hacerlo- Dije conteniéndome la risa.
-JAJAJA ¡Qué graciosa eres!- Tomó un largo respiro- Ahora en serio, prengúntame lo que quieras...- Dijo con sinceridad y su dulce sonrisa.
La verdad es que me lo estaba pasando bien. Sinceramente no esperaba encontrarme con alguien, y menos con Izan. Pensaba que me encontraría cara a cara con Dalan y Nadya. Pero al menos, hablar con alguien real confirma que no estoy loca ni obsesionada con el mismo tema. Y ahora me doy cuenta de lo que realmente necesitaba eran risas sin sentido. Algo para escapar de la soledad inquietante y pegada a mí ser. Pero siempre se agradece recibir algo de información.
-¿Dónde estamos? ¿Qué hacías en el bosque tú solo? ¿Por qué no pasaste de largo cuando me vistes? ¿Por qué me quieres ayudar? ¿Qué edad tienes? ¿Dónde vives? ...- No se me ocurrían más preguntas.
-¡Para! De una en una.- Pensó por un instante cómo empezar y continuó- Estamos en el bosque...-Le corté con una mirada asesina.
-Hasta ahí llego yo sola. Deja las bromas para luego- Dije cabreada porque no se lo tomaba de verdad.
-Está bien. Estamos en Seabrooks. Estaba buscando setas, pero no he encontrado ninguna y como te vi tumbada, pensé que necesitabas ayuda porque tu aspecto no es que sea muy bueno... Eres muy curiosa en saber mi edad... ¿Por qué no la adivinas por ti misma? ¡Seguro que no aciertas! JAJAJA Todavía queda un largo camino, ya lo descubrirás por ti misma... - Me quedé asimilando la ciudad dónde nos encontrábamos.
-¿Seabrooks?- Fue lo único que pude decir. Estaba paralizada.
-Sí, bueno, seguro que no la conoces porque es una pequeña ciudad que está en el Estado de Atlanta de los Estados Unidos...- Menos mal que me lo explicó porque todavía me costaba entenderlo.
-La verdad es la primera vez que escucho el nombre... pero debe de ser bonita.-Sonreí, por fin sabía dónde me encontraba.
-Sí, es muy bonita, algo antigua, pero tiene su enganche y atracción.-Estaba segura de que le gustaba mucho Seabrooks, no paraba de decir cosas buenas de su ciudad.
-Pareces muy orgulloso de vivir aquí.-Dije convencida de mí misma.
-¡Y que lo digas! Existe una leyenda muy peculiar, pero debes leerla por ti misma.-Se giró y por primera vez en lo que llevábamos hablando me miró directamente a los ojos.
-Bueno si tú me guias encantada de conocerla- ¿Por qué había dicho eso? Me ruboricé. Él seguía mirándome más alegre que antes y yo me estaba poniendo cada vez más nerviosa. El nombre de la ciudad era familiar para mí, pero no lograba saber el por qué, ya que nunca le había oído- Por cierto, - Quería cambiar de tema lo más pronto posible ante esta situación tan extraña- no me has contestado a tu edad. ¿Estás sordo y quieres que te repita la pregunta o no sabes contestarla por miedo de que me ría de ti?- Empecé a reírme a carcajadas sin poder contener la risa en mi garganta.
-JAJAJA Tienes un buen sentido del humor. Adivina, adivinanza...-Le lancé una mirada más que cabreada, no me lo quería decir. Era injusto. Seguro que se estaba vengando porque no podía hacerme preguntas.
-No sé... ¿18? ¿17? ¿16? ¿15? Aunque pareces más mayor.-Él empezó a reírse.
-Decídete. Yo creo que tu tienes 16 o 17.-Dijo meditando con una gran sonrisa exterior e interior. No sabía exactamente mi edad, pero lo más probable es que Izan tuviera razón.
-18. Pero para cumplir 19.-Dije convencida de que era la respuesta correcta.
-¡Fallaste! Tengo 17 y dentro de unos meses cumplo 18. Casi aciertas, Sophie no tienes el sexto sentido que todas las chicas decís que tenéis. Me has decepcionado.-Su tono era bastante sarcástico.
-¡Qué lástima! ¿Verdad? Solo estoy haciendo con que no sé las cosas, pero en realidad, sí que las sé...-Dije siguiéndole la broma.
-¡Lo que tú digas Señorita "sabelotodo"!-Continuó Izan.
-Habló el "sabiondo"- Contraataque, estaba divirtiéndome como nunca.
Me sacó la lengua haciéndome el gesto de burla y los dos nos empezamos a reír. Era la hora de tomar un descanso y comer algo. Él dejó mi mochila en el suelo y se quitó la suya de la espalda. Empezó a rebuscar en su mochila algo para comer. Habíamos avanzado unos 5km y no me había enterado del tiempo que habíamos andado. Me sentía segura a su lado sin saber por qué. Al cabo de un rato saco dos bocatas bastantes grandes, pero con el hambre que tenía era capaz de comerme el mundo entero.
Me lanzó uno de ellos y yo ágilmente lo cogí. Era de bacon con queso, no estaba caliente pero eso me daba igual. Estaba rico y parecía mentira que en 5 min me lo terminara entero. Izan se quedó alucinado, terminé antes que él. Me preguntó que si quería más, pero estaba llena. Bebí una de sus botellas, mientras él terminaba de comer.
Cuando terminé me tumbé en el césped mirando el cielo azulado con alguna que otra nube de diferentes formas, tantas que me entró el sueño y dejé que mis ojos descansaran acompañados de una espiración tranquila y profunda...
----------------------
Hola Chicas! ;)
Qué tal? Lo siento si tardé mucho en publicar! :(
Bueno este capítulo quería hacerle normal, como los otros, pero la inspiración ha hecho que le divida en dos partes porque sino es muy largo... :P
Y bueno aquí está, no me enrollo más. Como siempre espero que os guste!
Ahh y gracias por votar en la encuesta! Estoy contenta de que os esté gustando la historia!
Muchos Besos
~~AndRea~~
PD: Os recomiendo este blog de amor. Son cartas de chicos y chicas enamorados y está muy bien porque muestra cómo es el amor en realidad. Aquí os dejo el link:
http://cartasdenamorados.blogspot.com/
jueves, 20 de enero de 2011
Capítulo 12: Debilidad
No podía reaccionar ante la información de la que ahora disponía. Estaba congelada. No había sido buena idea leer el libro. Pero tenía que reconocerlo, estaba tan enganchada al libro de Nadya, que ni siquiera podía sentir lo que me pasaba a mí. ¿Por qué Nadya se había encontrado con Dalan y yo no? Eso era muy extraño e injusto. No paraba de pensar en el libro que había escrito, pero estaba anocheciendo y lo aparté para seguir después.
Los escalofríos todavía seguían en el interior de mi cuerpo, llegaban hasta el interior de mi alma.
Estaba débil. Sólo me quedaba una botella de agua y nada para comer. Decidí dar una vuelta alrededor de los árboles para comprobar la zona. Iba a pasar otra noche sola y fuera de un lugar protegido y quería asegurarme de que estaba sola del peligro.
Agudicé la vista lo más posible que pude. Mis ojos estaban atentos a cualquier movimiento. Todos mis sentidos estaban en alerta de cualquier peligro. Lo peor era que no tenía nada con que protegerme. Solo el valor.
Conseguí dar varias vueltas con las pocas fuerzas que me quedaban, sin encontrar a nadie ni nada fuera de lugar. Ya era plena noche y se podía ver el cielo oscuro, lleno de pequeñas estrellas que alumbraban la noche con la luna llena.
Otra vez esa misma sensación cuando apoye mi espalda en el árbol. Otra vez los mismos escalofríos, pero ahora me afectaban más. La noche era siniestra y amenazaba con asustarme aprovechándose de mi debilidad y soledad.
Esta vez no se si podría dormir tranquilamente. Necesitaba saber más. Estaba abandonándome pero tenía que leer y leer. Eso era lo único que podía pensar. Cuanto más leía, más respuestas podía obtener, además de conocer más a Dalan y Nadya... Pero estaba cansada de seguir mi camino sola. Mis fuerzas se agotaban cada día más.
El bosque me hacía sentirme en casa, aunque no me ayudaba en nada. Necesitaba compañía fuera buena o mala... ¡NO¡ me dije a mí misma. Retiré lo que acababa de pensar, no podía rendirme tan fácilmente y dejar todo a medias.
Decidí seguir mi camino sola y así lo cumpliré. Esto no podía quedar así... Por unos instantes me olvidé de todo. Intentando buscar unos momentos de paz y tranquilidad. Aún así, mi cabeza solo pensaba en abrir el libro y seguir...
[...]
Estaba inconsciente. Ese chico era perfecto...
Mis párpados comenzaron a desesperezarse lentamente. Una luz blanca provocó que los volviera a cerrar. Pero ellos curiosos no se rindieron y poco a poco consiguieron adaptarse a la luz blanquecina del techo.
Algo inmovilizaba mis brazos y mis piernas. Sentía escalofríos en la parte inferior de mi cabeza, una corriente de energía recorría todo mi cuerpo. Podía sentir como por mis venas fluía esa corriente tan extraña y dolorosa a la vez.
Cada vez aumentaba más ese dolor, intenso y depredador de mis venas. Un grito se escapó de mi garganta. Estaba sufriendo un cambio en el interior de mi cuerpo. El eco resonaba por toda la habitación blanca. Ese dolor estaba asentándose en todo mi cuerpo. Podía distinguir el ruido de diferentes aparatos. Cada uno con una función científica.
Una gota de sudor recorría mi frente y de repente el silencio se presentó sin llamar. Mis ojos se cerraron cansados de ver todo blanco. Intente recordar que paso cuando me desmayé al ver a Dalan. Pero no podía. Unas voces extrañas se oían a lo lejos, pero no podía entender nada.
Quería pronunciar un nombre, solo una palabra con dos sílabas...
-Da...lan...-Logré decir débilmente.
Parecía que nadie me había escuchado, ya que las voces seguían ablando entre ellas.
-Dalan...-Respire profundamente y seguí después de una corta pausa-...¡¡DALAN!!- Por fin un silencio rotundo invadió el espacio después de mi grito.
Mis ojos todavía permanecían cerrados. Mi cuerpo estaba quieto por el cansancio. Solo tenia las fuerzas suficientes para respirar y oír unos pasos lejanos que se acercaban.
Poco a poco recupere más fuerzas de las que esperaba conseguir mientras los pasos cesaron cerca de mi rostro. Podía escuchar una respiración y sentir la expulsión del aire en mi piel.
Sabía perfectamente que era Dalan o al menos tenía el presentimiento de que era él. Abrí los ojos y me encontré con unos ojos azules preciosos. Tanto que podía ver a través de ellos lo que Dalan sentía. Era una especie de deseo y paciencia a la vez. Estuve inundada en aquel azul cielo imposible de separarme de el. Los minutos que pasaban se me hacían eternos en los que no quería que el tiempo pasara.
Y para mi sorpresa, Dalan se acerco más a mi. Nuestras respiraciones estaban unidas por una sensación imposible de describir. Pase de ver luces blancas al azul cielo de sus ojos. Su mirada era inquietante e irresistible, no paraba de mirarme con una expresión tierna y cariñosa.
No podía parpadear y perderme aquellos intensos ojos...
De repente Dalan se acercó poco a poco a mi boca y me besó. Era extraño, pero nuestros labios se movían perfectamente el uno con el otro. Como si algo nos enganchara. Una fuerza mas allá de la humana.
No quería que en este momento se acabara, quería parar el tiempo y nunca separarme de Dalan. Pero lo bueno siempre se acaba y él se apartó de mi. Me dejó con ganas de más, pero al menos pude ver que sus ojos estaban en frente de los mios. Eso me alivió, todavía no se había ido y me había dejado sola.
Cansada del dolor repentino que había sufrido, dejé que mis párpados se cerraran profundamente, con una sonrisa dibujada en mi cara...
Mis manos temblaban y el libro se resbaló, cayendo en un ruido silencioso al oscuro césped del bosque. Tenía que hablar urgentemente con Nadya. No podía esperar más. La envidiaba un poco, ella estaba con él y podía preguntarle cualquier cosa. Además de que tenía protección y no estaba sola.
Por otra parte ella estaba sufriendo, creo que la estaban sometiendo a pruebas científicas... Pero ¿Por qué lo hacían? Lo primero que pensé era que ella tendría alguna enfermedad, pero si lo tuviera se lo habría dicho Dalan inmediatamente...
Me daba mala espina pensar en otras posibilidades, no quería ni nombrarlas. El tener los pensamientos confundidos me hacían dudar en quién confiar de los dos o quizás en nadie. Solo tenía que confiar y estar segura de mí misma.
Levanté la mirada intentando buscar algo más que consuelo, pero no fui capaz de alcanzarlo. Estaba agotada por leer y preocuparme demasiado. También estaba harta de esta estúpida situación. Dejé que mi mente se relajara, después de todo lo ocurrido lo necesitaba...
Y acurrucada con mis propios brazos conseguí inconscientemente dormir con las últimas fuerzas que me quedaban...
-----------------------------------
Hola chicas! ;)
Me encantan vuestros comentarios! :D
He puesto una encuesta para saber que os parece mi historia...
Muchas gracias por comentar! ;)
Y como siempre, espero que os guste!
Muchos Besos
~~AndRea~~
lunes, 3 de enero de 2011
Capítulo 11: Escalofríos
Estaba paralizada, desorientada y confusa. Ese extraño sueño era tan vivo y tan... ¿Real? No estaba muy segura. Y el libro todavía era más extraño. Nadya, esa chica era como yo. Al menos había vivido algo parecido a lo que ahora me estaba ocurriendo a mi...
Desayuné una fruta y me cambié de ropa. Me quite los vaqueros y me puse el chandal con las deportivas. Arriba me cambie la camiseta por una negra de manga corta y después me puse la chaqueta del chandal. Empecé a caminar tranquilamente por el bosque, aunque mi cabeza estaba ansiosa por descubrir todo, mi cuerpo estaba tranquilo y sereno, con una marcha ni muy deprisa ni muy despacio. No tenía prisa.
El bosque era inmenso. La serenidad que transmitía era segura. El silencio era agradable. Sólo las pisadas de mis pies sonaban, haciendo un eco entre los árboles. La tranquilidad de la mañana estaba ayudandome a tranquilizarme.
Estuve caminando así durante horas, no tenía un rumbo fijo que seguir y tampoco la presión del tiempo por llegar pronto o tarde. Ya era mediodía y él sol calentaba más que antes. Me desabroché la chaqueta y empecé a buscar algo de comida en la mochila. La caminata me estaba agotando las fuerzas, aunque la verdad, no es que tuviera muchas ganas de seguir con vida. Lo único por lo que quería seguir en pie, era descubrir los misterios sobre mi que tanto costaba desvelar.
Me detuve en seco. Por mucho que mi mano buscaba algo no lo encontraba. Baje la vista hacia el interior de la mochila y solo pude ver ropa y mantas. ¡Genial! logré pensar sarcásticamente. Ya me habían robado lo que me mantendría con fuerzas. ¿Es que no podía estar algún día tranquila? Sin preocupaciones, sin saber nada, sin que me roben...
Si me hubieran robado lo sabría. Había dormido con la mochila al lado y cualquier ruido de alrededor me tendría que haber despertado. Lo más probable es que había desaparecido. Sí, sería eso. No llegaba a otras conclusiones. Quizás se me cayeran cuando me cambié de ropa o tal vez no abroche bien las cremalleras y se habían caído, también podían ser los animales del bosque, o quién sabe, Damien no había metido tanta comida. Además ¿Quién habría sido? En este bosque no había ningún signo de urbanización o personas. Solo ruidos de las hojas de los árboles y pequeños animales intentando sobrevivir.
Estaba cabreada conmigo misma. Parecía que era a la única persona del mundo que la pasaba lo peor. No creo que exista alguien que esté en mi situación, tampoco quiero desearle mala suerte a nadie... Lo que pasa es que no me encuentro muy bien. Estoy sola, confundida, sin fuerzas... Además del extrés de no saber nada y querer saber algo. Y cuando lo sé, preferiría no haberlo sabido... Algo lioso y triste a la vez.
De repente volví a tener una sensación que me atraía a leer el libro de Nadya. Me senté en un árbol bastante bonito para ser un simple árbol. Cuando apoyé mi espalda en el tronco de aquel árbol, una corriente de escalofríos recorrieron mi cuerpo de arriba a bajo. Era una sensación difícil de describir, pero pensé que sería por el contraste de temperatura. Yo estaba casi sudando, sin embargo, el tronco del árbol estaba helado. Lo más lógico y normal era eso, pero no estaba segura del todo. La sensación era muy extraña, quizá familiar. No quería pensar más en aquello, así que volví a sacar el libro de Nadya y seguí leyendo.
[...]
Una sensación extraña invadía mi cuerpo, no sabía lo que iba a pasar, estaba asustada y sin saber qué hacer...
Estaba desorientada en medio de una habitación desconocida, la habitación tenía unos colores azulados, oscuros y claros con matices y contrastes fuertes pero también suaves.
Parecía el océano. Inmenso y sereno. Era muy espaciosa, no sabía claramente si pertenecía a un chico o una chica. Era común. Podría valer perfectamente para los dos géneros.
La nota de Dalan estaba en la pantalla de un ordenador. La habitación estaba proporcionada por todos los lados. Con un armario enorme, una gran mesa de madera y al lado una ventana con cortinas a juego con la pared... En fin , muchos muebles que concordaban entre sí.
Estaba insegura de lo que había leído rápidamente por culpa de los nervios y volví a leer la nota de Dalan:
"Hola Nadya, seguro que no te acuerdas de nada, pero pronto te contare lo que ocurre, aunque tú eres más fuerte de lo que piensas. No tengas miedo, yo te cuidaré y acuérdate de que nunca estarás sola, no lo olvides o al menos inténtalo. Cuídate mucho.
Con cariño: Dalan.”
Ahora comprendía lo que me estaba comunicando. Estaba en peligro y él era el único que me podía ayudar.
Entonces con más confianza y segura de mi misma, sin saber por qué, cómo, cuándo, quién o qué, estaba aquí, despierta sin acordarme absolutamente de nada.
De repente, con un fuerte presentimiento y valor me dirigí a la puerta y la abrí de par en par. Había una luz encendida en medio de un pasillo corto y ancho, con bastantes puertas a sus alrededores. Pero aun así, no podía distinguir muy bien el pasillo. Algún que otro pequeño destello atravesaba las ranuras de las puertas alumbrando un poco más, pero todavía no estaba segura si avanzar y chocarme con algún mueble...
La oscuridad del pasillo me estaba aterrorizando, y decidí seguir adelante. Sabiendo que podía tropezarme y caerme por ser tan descuidada avanzando en la oscuridad. Pero de repente oí voces extrañas, parecía que era otro idioma, bastante extraño. Y casi inteligible.
Pero continué hacia delante...
Y entonces me encontré con un chico hermoso. Parecía sacado de los cuentos de hadas... Podía ser perfectamente un príncipe. Él me sonrió y con ese simple gesto,además de su belleza, hizo que me desmallara.
Estaba inconsciente. Ese chico era perfecto...
No podía creer lo que estaba leyendo. Mis ojos no daban crédito a las palabras que acababa de terminar de leer. Sin ninguna duda a Nadya la pasó lo mismo que a mí. Ella tampoco estaba sola, pero no se encontró con Mel ni sus padres...
En fin, ella había tenído la suerte de encontrarse con Dalan, aunque había posibilidades de que no fuera él...
------------------------------
Holaa chicas! Qué tal?
Ya terminé el capítulo. Espero que os guste, cada vez está más interesante! :P
¿Os gusta que sea así de largo? Desde hace tiempo me proponía hacer los capítulos más largos... y creo que así o más está bien. Y encima tenía bastante inspiración, me ha costado hacer un final para el capítulo, pero es que sino se juntaría con lo demás...
Espero que os esté gustando! Ya 14 seguidor@s!! Estoy muy feliz, creo que merecía la pena continuar... Muchas gracias por leer y que disfruteis! ;)
Muchos Besos!
~~AndRea~~