miércoles, 15 de junio de 2011

Capítulo 15: Nuevo hogar

Me sentía culpable por haber hecho que Izan recordara a sus padres. Aún así no había especificado si estaban muertos o desaparecidos. Seguro que ahora sentía mucho dolor por lo que no podía hablar. Le entiendo, no es fácil olvidar a personas que quieres, pero al menos él conoció a su familia y tiene a su hermano para que ambos se cuiden. Al fin y al cabo yo no sé si tengo y espero encontrar algo o a alguien de mi familia...



Por fin llegamos a su casa después de bajar por el paseo luminoso y cruzar varias calles vacías de gente. Nos encontrábamos enfrente de un gran chalet, alto y ancho. Parecía muy grande para que dos personas viviesen allí. Pero al parecer estaba bien situado en la ciudad. La fachada era blanca y de un color melocotón claro, y algún que otro marrón. Me encantó. Estaba segura que por dentro sería precioso.





-Ya hemos llegado. ¿Qué te parece?-Preguntó Izan entusiasmado. Al parecer había apartado los recuerdos para otro momento.

-Muy bonita, aunque parece demasiado grande.-Dije sincera.

-Es difícil encontrar chalets como este por aquí. Además está cerca de la avenida principal, por lo que no está muy alejado del centro. ¿Qué te parece si entramos y te presento a mi hermano?-Dijo con ganas de enseñarme su hogar.

-Lo que quieras.-Le dije sonriendo.-Izan.-Le llamé otra vez.-Muchas gracias por todo. No sé cómo agradecertelo, de verdad.-

-No tienes por qué darme las gracias.- Y sonrió.Siempre sonreía con ganas aunque tenía una vida complicada...


Cuando subimos las escaleras del porche. Izan buscó unas llaves en su bolsillo para abrir la puerta. A través de ella pude distinguir una luz que provenía de la izquierda. Me imaginaba que era el salón. Y que allí estaría su hermano. ¿Qué aspecto tendría? ¿Seria tan amable como Izan? ¿Y si después de todo es una trampa? No debería confiar en nadie dadas las circunstancias. Pero quiera o no, necesito ayuda. No puedo luchar, escapar y estar sola en un mundo totalmente desconocido.


Izan estaba muy nervioso, no conseguía encontrar la llave y meterla en la cerradura hasta que respiró una buena cantidad de aire y se tranquilizó. ¿Por qué tanto nerviosismo? Puse en alerta todos mis sentidos en busca de algo sospechoso por si a caso pasaba algo o alguien me estaba esperando. Entonces pude ver la hermosa y grande entrada que separaba la cocina del salón.

Al entrar, tuve la sensacion de estar en casa. De tener un hogar, aunque era provisional hasta que retomara las fuerzas y pudiera continuar sola. Todavía no logro entender el por qué de mi vida. De lo que ahora sé... De lo que está sucediendo... ¿Si alguien me está buscando porque no lo hacia ya? Porque me querían?


-Esta es la cocina como puedes ver- Me señaló Izan a la derecha.


La casa no parecía tan grande por dentro que por fuera. Daba la sensación de que era pequeñísima. Al fondo de la entrada se encontraban dos escaleras. Una al lado de la otra. No sabía que podría encontrar tras ellas. A mi derecha estaba la cocina, llena de azulejos blancos y azules oscuros.

Al fondo había una mesa al lado de la pared con tres sillas de un color metálico y gris. A la derecha estaba la ventana que daba vistas hacía la calle. Y a la izquierda se encontraba un armario, lleno de cajones. Y en frente estaba el lavabo, la placa, la campana, el horno y el microondas. Era bastante pequeña pero muy acojedora.

Después volvimos a la entrada y desde allí al salón. Enfrente estaba un largo sillón de color crema con tonos verdosos. Al fondo estaba la televisión encendida y en la pared varios cuadros de paisajes marítimos y de montañas. A la izquierda había alguna que otra estantería con libros y en la pared estaba la gran puerta que daba salida o entrada al porche del exterior. A la derecha había una gran mesa decorada con fotografías de la familia de Izan. Las sillas daban un toque moderno a la pequeña pero acojedora sala.

La televisión estaba encendida pero no había nadie que la prestara atención. ¿Dónde está su hermano?


-Seguro que mi hermano está en su habitación. Vamos arriba.-Dijo mientras salía del salón cogiendo las mochilas.


Yo me entretuve viendo las fotos de la mesa. Izan seguía teniendo la misma sonrisa, aunque no la misma mirada. Desde que se hizo esta foto hasta ahora, él había cambiado. Ya no era un niño. Podía distinguir que sus rasgos faciales son menos redondos y que ahora él está más alto y fuerte, al igual que su hermano. Ambos se parecen mucho. Los ojos, el pelo... todo menos una cicatriz que tiene Izan en la mejilla. Algo bastante curioso porque antes no me había fijado.

Volvimos a la entrada. Sólo había cuadros colgados en ambas paredes de la entrada. Al fondo estaban las dos escaleras que había visto antes. La dirección de la primera era de subida y la derecha de bajada. Por lo que fuimos por la escalera izquierda. Cuando terminamos de subir, había un largo y ancho pasillo por ambos lados.

Izan me señaló cada habitación. A nuestra izquierda estaba la habitación de sus padres, la cual según me dijo, pocas veces entraban él y su hermano. Al fondo el baño y a la derecha otras dos habitaciones, una es la de Izan y la otra es la de invitados. La habitación de su hermano estaba detrás nuestra. Directamente pasamos a mi nueva habitación, sencilla y habilitada para cualquier inquilino como yo.


-Parece muy cómoda, simple y muy amplia. Lo suficiente para colocar las pocas cosas que tengo. Gracias por todo Izan.-Por fin tenía un hogar.

-De nada. Vamos que te presento a mi hermano.-Dijo después de que dejar las mochilas en mi habitación.

-¿Cómo se llama? No me has dicho su nombre.-Dije curiosa para no llevarme una sorpresa.

-Jared.- Dicho esto tocó la puerta.


Al rato la puerta se abrió. Y lo primero que vi fueron unos inmensos ojos azules. Parecidos a los de Izan. Después una mirada de felicidad y por último una amplia sonrisa.


-¡Izan! ¡Por fin has llegado!- Jared abrazó a su hermano, no sin antes haber chocado las manos.-¿Qué tal el viaje? ¿Encontraste lo que buscabas?-Inquirió con voz curiosa.

-Pues...- Jared le interrumpió.

-Por lo que estoy viendo es un sí.- Ahora se dirigió hacia mi- Y tu eres...

-So...-Jared me interrumpió.

-¡Ahh! Ya lo sé...- ¿Cómo podía saberlo si Izan no había dicho mi nombre?- Eres... ¡la novia de mi hermano! JAJAJA -Izan y yo nos pusimos rojos como un tomate. Él intentaba explicarse, pero Jared seguía hablando sin parar.- Qué buena pareja hacéis. Encantado de conocerte. Seguro que duráis mucho. Anda bajemos a cenar que ya es hora. jajaja- Y se fue entre risas.

-Lo siento.-Se disculpó Izan- No para de hablar, a veces resulta pesado, pero es muy simpático ¿verdad?-Dijo aconstumbrado al carácter de Jared.

-Si, no lo dudes. jajajaja- Empecé a reírme como una loca, mientras Izan, cada dos por tres, ponía caras de confusión.

-¿Qué pasa? ¿He dicho algo gracioso o molesto?-Dijo cada vez más confundido.

-¿No te has dado cuenta?-Dije yo graciosa.

-¿De qué? ¿Qué pasa?- Preguntó sin entender.

-Ni siquiera sabe mi nombre... jajajaja ¿No te resulta gracioso?- Dije entre risas.

-JAJAJAJA No me había dado cuenta....

-Izan siento dejarte con Jared, pero necesito un baño antes de cenar... Después bajo ¿ok?-Dije corriendo para preparar mis cosas.

-De acuerdo, te esperamos abajo.-Enfatizó sonriente.


Tenía ganas de darme un baño después de andar varios días en el bosque. Preparé una camiseta y un pantalón de chándal como si fuera un pijama. De repente, mientras estaba mirándome en el espejo, sentí un profundo mareo junto con un sudor frío y cálido al mismo tiempo. ¿Qué me está pasando? Mi rostro estaba pálido, más de lo normal. La cabeza me daba vueltas. No podía mantenerme en pie. Así que me senté en el suelo. El mareo se me pasó a lo largo de varios minutos interminables. Pero escuché un leve siseo del que no pude entender nada, parecía que hablaba en otro idioma.

Cuando se me pasó completamente el mareo, volví a escuchar algo. Puse atención, entonces no sólo escuchaba un susurro, sino varios. Cada vez más fuertes y más cerca. La cabeza parecía que me iba a estallar. Hasta que logré escuchar mi nombre entre las voces. "Sophie".

Entonces el silencio inundó el baño. ¿Qué diablos había pasado? Estaba completamente segura de que había oído mi nombre y tampoco iba a olvidar esa horrible sensación en el estómago y la cabeza. Al fin conseguí ponerme en pie. Mi rostro se reflejaba nuevamente en el espejo. Mi piel seguía teniendo el mismo color  blanco y rosado que la última y primera vez que me vi en un espejo.


Después de ducharme, bajé tranquilamente las escaleras para reunirme con Jared e Izan, olvidando todo lo que había pasado en el baño. "Seguro que lo he soñado, no he parado de caminar en todo el día" me dije a mí misma. Sí, será eso, pensé.


-Fiuu fiuu- Silbó Jared sentado en la mesa de la cocina cuando me vio aparecer.- ¡Menudo cambio! Venga siéntate a cenar. Izan me ha contado todas sus aventuras contigo.- Se acercó a mí.- ¿Qué te parece mi hermano? Es guapo, ¿no crees?- Dijo entre susurros.

-Jared te he oído, no estoy sordo.-Dijo mientras traía los platos con un par de huevos fritos y salchichas.- Venga dejála en paz. Llevamos todo el día caminando y seguro que está cansada.-Dijo ayudándome a salir de las indirectas de Jared.

-Se llama Sophie-dijo Izan cuando vio que Jared iba a preguntarme algo- Antes no me has dado tiempo para explicártelo, charlatán.


Todos nos reímos durante la cena. Jared es un chico muy simpático, buena persona, cariñoso, bromista y muy social. El único defecto que veo en él es que no para de hablar, pero tampoco le dí mucha importancia. En cambio Izan no es tan social que digamos, creo que es muy reservado y a veces tímido, pero de todas formas es un buen amigo. Está cuidando de mí a pesar de que él también tiene problemas y siempre, en todo este tiempo, me ha dedicado una sonrisa.


-Sophie-Me llamó Izan cuando acabamos de cenar- ¿Quieres ver una peli o prefieres dormir?- Preguntó, aunque ambos sabíamos la respuesta.

-Gracias, pero prefiero dormir. Estoy demasiado cansada. Buenas noches chicos y gracias por la cena. Estaba riquísima.-dije subiendo por las escaleras.

-Hasta mañana Sophie-Gritó desde el salón Jared.

-Qué descanses-Dijo Izan.



Después de lavarme los dientes y tumbarme en la cama, me quedé dormida en un sueño profundo y tranquilo.


-----------------------

Hola! ¿Qué tal chicas? 
Por fin termino este capítulo. Espero que os esté gustando la historia. Al final el concurso le anulo. Veo que nadie está participando, así que se cancela. :(
Gracias Laurta por comentar y dar tu opinión sobre la historia. Has acertado en casi todo! ¬¬ 
No me enrrollo más. 
Besos
~~AndRea~~

5 comentarios:

  1. exelente blog!!!
    me a encantado la
    historia, espero que publiques
    pronto!!!
    besos y cuidate!!
    Pta: ya tienes una nueva seguidora...

    ResponderEliminar
  2. Hola!!! Me ha gustado mucho el capitulo, y que gracioso Jared. Estoy impaciente por saber que pasará, y por que Shopie ha oido esos susurros.

    Besos y publica pronto!!!

    ResponderEliminar
  3. Me encanta el blog esta maravilloso!!! Ahora estoy con la intriga de saber que pasara con Sophie espero Escribais pronto asi que por lo mientras esperare uyyy que pasara con Sophie e izan ?? Y Damon?

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. HEEY!!
    me encanta tu blog, la historia es genial e izan...me encantaaaa!!!!!!!! tanto que te he dejado un premio en el mio
    espero que publiques pronto que hace dos meses que espero saber que pasa en la casa!!
    yo también estoy escribiendo una historia y me gustaría tu opinion para saber que tal voy que soy algo nueva en esto jajajaja
    http://theshadowsoftheday.blogspot.com/
    un besote

    ResponderEliminar

Las diferentes opiniones, sean buenas o malas, siempre ayudan a mejorar o a seguir tu propio camino...
Las críticas son duras pero realistas. Ahora tú puedes decir lo que quieras...
Muchas gracias por comentar!! :D